COMO
ADELGAZAR
Cada vez hay más personas que quieren adelgazar, por
razones de salud, de forma física o de estética. Para ello, además de seguir
una dieta, son útiles la actividad física regular y el apoyo psicológico.
Cuando se desea perder peso y no recuperarlo, no es
cuestión de comer menos, sino de comer diferente. Para adelgazar bien, primero
es preciso analizar con cuidado las consecuencias del exceso de peso y evaluar
lo que se espera del adelgazamiento.
Consecuencia
del exceso de peso
· Sobre
la salud. El exceso de peso favorece la aparición de numerosas
enfermedades: problemas cardiovasculares, diabetes, concentraciones de
colesterol demasiado elevadas, gota, cálculos de riñón y de la vesícula,
varices y flebitis, ronquidos y pausas respiratorias durante el sueño,
hipertensión arterial, artrosis y cáncer (mama, útero, ovarios, intestino,
próstata). Estos riesgos son mayores cuando el exceso de peso afecta a la parte
superior del cuerpo (típico de los hombres), es decir, la zona del abdomen por
encima del ombligo y el tórax. No obstante, difiere según las personas.
· Sobre
la forma física. El exceso de peso puede alterar la calidad de vida:
dificultad para vestirse, para encontrar un puesto del tamaño adecuado en el
tren o en el avión, fatiga al subir escaleras, etc. En estos casos, aunque la
salud no esté en juego, la pérdida de algunos kilos hace la vida más agradable.
·
Sobre
la silueta. Es difícil para el médico aconsejar sobre cuestiones
estéticas, ya que sólo la persona afectada y su entorno pueden definir la
silueta que consideran mejor.
Dieta
Para que una dieta tenga un resultado eficaz a largo
plazo y no suponga ningún peligro para la salud, debe sustentarse en algunos
principios generales.
·
Preferir
las verduras y las frutas. Aportan vitaminas y minerales, y, sobre
todo, sacian el apetito sin aportar elementos que aumenten el peso. Sin
embargo, no hay que abusar de las frutas: si se consumen más de 4 veces al día,
el glúcido que aportan (fructosa) puede convertirse en grasa en el organismo,
salvo si se comen en pequeña cantidad o se es físicamente activo.
·
Comer
féculas. En el desayuno y en el almuerzo o en la cena, hay que elegir
un alimento que aporte glúcidos de absorción lenta: pan, cereales del desayuno,
pasta, arroz, patatas, sémola, maíz, legumbres, etc. Estos glúcidos sacian el
apetito, procuran energía y tono a los músculos y al cerebro, y es difícil que
se transformen en grasa corporal. Sin embargo, hay que prestar atención: si se
consumen junto con demasiadas grasas, será difícil adelgazar.
·
No
olvidar las proteínas animales. Al menos una vez al día, hay que comer
huevos, pescado o carne para asegurar el aporte de proteínas animales y hierro.
· Preferir
los derivados lácteos poco grasos. Es preferible consumir yogures y
queso fresco que el queso más graso; este último debe limitarse a una porción
pequeña cada día.
· Limitar
las materias grasas. Hay que controlar estos productos, ya que son los
que hacen engordar más.
· Beber
regularmente. Deben evitarse las bebidas azucaradas. El consumo
moderado de vino (1 o 2 vasos cada día) no está contraindicado.
·
Comer
con placer. Si se eliminan de la alimentación todos los platos sabrosos
y los postres, se corre el riesgo de deprimirse y de abandonar la dieta al cabo
de pocas semanas.
Actividad Física
El
deporte es útil para perder peso y para evitar recuperarlo. Los deportistas
suelen tener menos de problemas de peso que las personas sedentarias. Las
personas que caminan y se desplazan regularmente a pie también tienen una
silueta mejor que las personas absolutamente sedentarias.
Una
de las formas más eficaces para adelgazar moviéndose consiste, primero, en
modificar los hábitos. Si el sobrepeso es muy importante, la actividad física
practicada al principio suele ser dificultosa, incómoda e incluso peligrosa:
primera hay que adelgazar con la dieta y después iniciar el ejercicio físico.
Apoyo psicológico
Seguir
una dieta no siempre es fácil, especialmente cuando el acto de comer está
acompañado de preocupaciones, estrés, enfado o soledad. Es indispensable comprender
mejor este comportamiento alimentario para poder encontrar una solución
agradable que pueda modificarlo. Éste es el objetivo que se proponen los
métodos basados en la psicología (reflexión personal, diálogo con un familiar,
con un amigo o con el médico, psicoterapia, psicoanálisis).
Dietas de adelgazamiento
Parece
científicamente demostrado que la única forma de mantener un peso ideal es por
medio de la prevención: debe adoptarse una dieta equilibrada en los nutrientes
que la componen y en energía, y debe practicarse ejercicio regularmente. En
caso de obesidad, hay que recuperar estos mismos hábitos dietéticos, realizar
una actividad física y eliminar las malas costumbres: el sedentarismo y las
dietas con excesiva cantidad de calorías y nutricionalmente desequilibradas. En
este sentido, hay que huir de las dietas milagro, que pretenden perder peso sin
seguir una dieta correcta y equilibrada en todos sus elementos.
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